miércoles, 10 de enero de 2018

RINCÓN DE LA CALMA



Sin darnos cuenta ya terminó en primer trimestre. Parece mentira que ya hayan pasado cuatro meses desde que nos conocimos. 

En este tiempo hemos aprendido muchas cosas, pero hay veces que los nervios no nos dejan aprender e incluso hacen que molestemos un poco a nuestros compañeros. También hay veces que cuando nos enfrentamos a algo nuevo sentimos miedo y nuestra cabeza se bloquea y no nos deja pensar, es entonces cuando oímos a nuestra profe Ana decir: " miedos fuera".  En otras ocasiones, venimos tan excitados del patio o de alguna otra actividad que necesitamos un momento para volver a la calma.

Para todas esas situaciones, y para aquellas que vayan surgiendo, en clase hemos creado nuestro rincón de la calma. 



Podemos acudir a este rincón siempre que nos sintamos un poco nerviosos o cuando el profesor considere que un niño tiene que hacer un parón para poder respirar y volver a la tranquilidad. 

En nuestro rincón está nuestro amigo "El monstruo de los colores". Después de trabajar en clase este cuento y de hacer diferentes actividades con él, hemos relacionado algunas emociones con unos colores, así nos resulta más sencillo saber qué nos pasa y cómo nos sentimos. Por la mañana, nada más llegar, podemos situar una pinza con nuestro número de clase en el monstruo que nos identifiquemos en ese momento y podemos explicar por qué hoy nos sentimos así. Ya sabemos que para poder trabajar y aprender bien, tenemos que sentirnos en calma y alegres, por lo que intentamos resolver nuestros "problemillas" antes de de empezar la clase. A lo largo de la mañana, a veces surgen conflictos que hacen que nuestro estado de ánimo varíe por lo que podemos cambiar nuestra pinza, siempre y cuando no interrumpamos la clase.

Pero, ¿qué sucede si nos encontramos nerviosos y nos impide trabajar? Si somos toda la clase los que nos sentimos así solemos hacer unos minutos de relajación, escuchando música tranquila, siendo conscientes de nuestra respiración y relajando todos nuestros músculos. 
Sin embargo, si sólo es un niño el que se siente así, puede ir al rincón de la calma y tomarse todo el tiempo que necesite hasta que se encuentre en condiciones de volver a su sitio a trabajar. En este rincón, nos encontramos muchas cosas que nos ayudan a volver a la calma, cada uno elige aquello que mejor le conviene. Tenemos diferentes botellas sensoriales que nos ayudan a desconectar de todo lo que hay a nuestro alrededor, bien viendo cómo se mueve y cae la purpurina o escuchando el leve tintineo  de los botones al chocar. Tenemos un libro de mandalas, en el cual debemos pintar con sumo cuidado para dejarlo muy bonito, ya que son mandalas hechas entre todos y para todos. Dibujar formas sobre nuestro "jardín de la arena" o amasar nuestra arena mágica, hace que nuestra mente se relaje. Si nuestra respiración es muy acelerada, tenemos una bolsa con una pajita que hace que volvamos a ser conscientes de cómo el aire entra en nuestro cuerpo y cómo sale.



Además en el aula, sobre cada percha, tenemos cada uno nuestro buzón de la amistad. En él podemos dejar algún menaje, regalo o dibujo a aquel compañero que veamos que lo necesita o con el que hayamos tenido algún "problemilla". Nos hace muchísima ilusión cuando encontramos algo en él.




Estas son algunas de las cosas que tenemos en clase para favorecer el autocontrol, el buen ambiente, la amistad y el compañerismo. De este manera podemos aprender y trabajar mucho mejor en el aula.

No hay comentarios:

Publicar un comentario